El Nueve es el último número de la década. Claro, queda el Diez, pero el Diez no deja de ser un Uno ampliado. En realidad, lo que es posible acaba en el Nueve, y el Diez es simplemente un resultado, el producto terminado.
El Nueve tiene, en varios idiomas, relación con la palabra “nuevo”, aludiendo al hecho de que tras él viene algo totalmente diferente.
Así pues, mirando el Nueve estamos frente al horizonte: esa rayita que representa el límite de lo que vemos, pero que al mismo tiempo es inalcanzable. Como el polígono de nueve lados, que no puede ser dibujado con las tres herramientas del geómetra.
Podríamos pensar que si dividimos tan fácilmente el círculo en tres partes (y le inscribimos un triángulo, por ejemplo), será fácil dividir cada tercio en tres, y así obtener nueve. En realidad, la llamada “trisección del ángulo” es uno de los enigmas que, dice la tradición, planteó el oráculo de Delfos: es irresoluble. (El oráculo tenía la curiosa costumbre de plantear cuestiones sin solución, como “la cuadratura del círculo” o “doblar el volumen de un cubo”. O ésas son las anécdotas que nos han llegado.)
Prueba a dibujar un eneágono. Es imposible con lápiz, regla y compás, pero hay métodos aproximados. Dibuja también una estrella de nueve puntas. ¿Existen varias formas de hacerlo?
El hecho de que el nueve sea el límite, la última de las cifras, hace que se pueda usar para hacer comprobaciones de operaciones matemáticas. Quizá recordéis “la prueba del nueve”, que se puede usar para la suma, la resta, la multiplicación y la división.
Puedes ver la prueba del nueve en acción mirando este video:
Si la usas, verás que todos los números mayores de nueve están hechos de “nueve, y algo más”, lo cual tiene una serie de consecuencias…
El Nueve aparece relativamente poco en la naturaleza: hay pocas flores de nueve pétalos, pocos brotes de nueve hojas. En la cola del espermatozoide hay nueve filamentos entrelazados, y en la mitosis de la célula intervienen unas estructuras, los centriolos, con forma de eneágono. Nueve meses pasamos en el útero materno antes de nacer.
Éstas son colas de espermatozoide en sección:
Este esquema representa el centriolo:
El laberinto cretense se puede crear a partir de nueve puntos:
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