domingo, 12 de febrero de 2012

El Dos



Cuando la mónada se aburrió de ser tan completa, tan perfecta y tan autosuficiente, ¿qué hizo? Se desdobló, y de allí salió la díada, el Dos.

Coge un compás y haz un redondel. Luego pincha en cualquier punto de la línea de la circunferencia y, sin cambiar el radio, haz otro redondel. Verás dos redondas que se cruzan. El espacio común se llama mandorla (porque parece una almendra), o también vesica piscis. Recuerda a una abertura, a una puerta… 


Del reflejo del Uno sale el Dos. Del reflejo del punto salen dos puntos: una línea. El Dos es una línea, una posibilidad de desplazamiento, una cierta dimensión, un principio de movimiento. El Dos va: va, y vuelve.

Hay religiones que entienden el mundo precisamente como un reflejo del Dos: una dualidad. Nos movemos entre pares de opuestos: estamos bien o mal, experimentamos placer o dolor, vivimos o morimos. La existencia está plagada de pares de opuestos, entre los que basculamos.

Párate, si quieres, a pensar en la tremenda dualidad del lenguaje. Piensa en una lista de contrarios: alto-bajo, bonito-feo, guerra-paz, hombre-mujer, sano-enfermo… ¿Cómo conforman nuestro pensamiento? ¿Vemos más allá de las dualidades?

El Dos es un número móvil e inestable. No existen las sillas de dos patas. El Dos está tan polarizado que fácilmente entra en conflicto: estás conmigo o estás contra mí. Es el número-columpio, el número de la oscilación entre dos polos.

Al mismo tiempo, el Dos está muy cerca del Uno. Tan cerca, que aún no lo ha olvidado. Sabe que vino del Uno, y que volverá a él, que la oscilación cesará un buen día. A veces el Dos desea volver al Uno, y entonces se potencian sus características colaborativas. Otras veces, quiere separarse de la fuente de la que salió: es en vano, pero el Uno lo permite, porque así es el Uno: englobante. Entonces se refuerza la cara conflictiva del Dos.

Coge una tira de papel y haz un redondel con ella. ¿Cuántas caras tiene el redondel? Fácilmente dirás que tiene dos: una dentro y una fuera. Pero prueba ahora otra cosa: con la misma tira de papel, gira uno de los extremos y vuelve a juntarlo con el otro. ¿Cuántas caras tiene ahora el redondel? Ya no es un redondel… ¿dónde quedó el Dos? Ahora hay una cara solamente.
Si lo quieres ver más claro, pon “banda de Moebius” en un buscador; pero te aconsejo que también cojas una cinta y lo hagas tú.
También puedes recortar la cinta longitudinalmente, por la mitad; cuando hayas dado la vuelta entera con las tijeras, ¿cuántas cintas te quedarán?




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