La estrella más fácil de hacer, con diferencia, es la de seis puntas. En realidad no es del todo una estrella, sino más bien dos triángulos entrelazados. No se puede dibujar del tirón, sin separar el lápiz del papel; por eso, es uno de los llamados "falsos estrellados".
Para dibujarla, basta con no tocar el radio del compás.
Comparad la sensación de la estrella de seis puntas con la de cinco, que viene a continuación.
La estrella pentagonal no es nada obvia. De hecho, fue un secreto durante siglos. Para dibujarla, partimos de la vesica piscis.
Se puede dibujar fácilmente una estrella de diez puntas a partir de una de cinco. De hecho, hay tres estrellas decagonales posibles, dos falsas y una verdadera.
Comparando la estrella de seis y la de cinco puntas, la estrella hexagonal es muy equilibrada, mucho más estática que la pentagonal. Por eso, en la mayoría de banderas usan la estrella de cinco puntas, que da la impresión de un mayor dinamismo y se asemeja al hombre de Vitruvio de Leonardo da Vinci, o al de Cornelius Agrippa:
La estrella decagonal es redonda, completa. También guarda algo del carácter dinámico del Cinco. Pero también remite al Uno, porque no hay ningún polígono de un lado (salvo, quizá, el círculo, que también tendría infinitos lados). El decágono sería, por tanto, el primer polígono directamente relacionado con el Uno. De ahí su sensación de movimiento y redondez.
En otra entrada explico la actividad completa, tal como se realizó.
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