domingo, 17 de marzo de 2013

La mano, el cerebro y el corazón

Dicen los que entienden de estas cosas que la cabeza, por sí sola, no sabe decidir. Le faltan datos. Incluso han encontrado un camino bioquímico que va del encéfalo al corazón: cuando los dos se ponen de acuerdo, entonces se toman decisiones acertadas y válidas. Si no, son esos impulsos que, a la larga, quedan cojos...

Esto es válido para la geometría. Mirando geometría se aprende mucho. Pero hasta que no se dibuja, no se siente. Hay una forma de usar las manos que, si se hace conscientemente, activa el corazón y el cerebro a la vez. Hacer, sentir y pensar, todo en uno.

Simplemente, coger un compás y dibujar una redonda. Parecerá una obviedad, una tontería... no lo es. Nunca dejará de serlo.


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