lunes, 27 de noviembre de 2023

Plantas chinas: la Madera de la Madera

 



En otras entradas de este blog, se habla de las plantas que corresponden al "Agua del Agua" (la raíz de la Rehmannia glutinosa), y al "Fuego del Fuego" (la flor del helenio), tal como las describió Tao Hong-Jing. En esta entrada, sigo dibujando otra planta más, relacionada con otro Elemento distinto: la Madera, que también se relaciona con el Viento.

"La Madera de la Madera", es Gui Zhi, la ramita de canela (o Ramulus Cinnamomi). Si la Rehmannia era una raíz, la canela es una rama. 

Di Huang, la Rehmannia, es el principio, la semilla. Es el invierno. Es el Uno y el Seis. 

Gui Zhi es otro principio, un poco posterior: el brote, el tallo, la rama. Es la primavera. Es el Tres y el Ocho.

La Madera, pues, es Tres y Ocho... me gusta representarlos con una imagen plana (el triángulo) y otra tridimensional (el octaedro, porqu23 es 8). 

La Madera y el Viento se agitan a la vez, como las hojas en las ramas de los árboles cuando sopla la brisa. Ambos aparecen con fuerza en primavera.

Su manera de crecer, de expandirse, también se me antoja parecida. Los vegetales son insistentes en su crecimiento, no hay más que ver una acera partida en trozos por las raíces de un pino. El viento, aunque no lo veamos, agita a la materia que sí se ve, y acaba modelando formas en los árboles y las rocas.

El Elemento Madera se mueve y crece de esa forma. No siempre es espectacular, pero con frecuencia se vuelve exuberante y, a veces, imparable: con una clara tendencia a abrirse paso, a aprovechar la mínima grieta. Como el Viento, que también se cuela por cualquier rincón.

La Madera es el brote que se expande, que se atreve a soñar con una vida más arriba, más allá de la oscuridad y el cobijo de la tierra. Tiene que ver con el Hun, la parte del alma humana que vuela, imagina, proyecta y se lanza hacia adelante. También se relaciona con el Hígado que, en el cuerpo, sería "el General de los ejércitos".

La ramita de canela, en medicina china, precisamente asiste a la energía defensiva, la que circula por la capa externa del organismo, debajo de la piel. Esa energía, el wei qi, nos protege, diciendo "yo llego hasta aquí; de aquí hacia adentro, no pases, porque estoy yo". El Viento quedará fuera, porque Gui Zhi calentará suavemente ese grosor de piel y músculo que es nuestra capa superficial.

La Madera nos hace imaginar y crecer.

La Madera es el Tres y el Ocho.

martes, 14 de noviembre de 2023

Plantas chinas: el Fuego del Fuego

 


Otra planta china, "el Fuego del Fuego", es Xuan Fu HuaHua quiere decir "flor." Si la Rehmannia era la raíz, el Agua del Agua, la Inula o helenio es la flor, el Fuego del Fuego.

Las flores no siempre salen. Salen si llega la plenitud: si existe esperanza de poder polinizarse, de poder relacionarse con otras flores, de manera que luego se puedan generar nuevos frutos, con semillas nuevas dentro. Si el año es escaso y no hay demasiada agua, o si el suelo es pobre en vida orgánica diminuta... quizá no salgan flores, o salgan menos.

La flor es, para la planta, un "extra". Puede estar, o puede no estar. Esa planta seguirá viva, toda su existencia, aunque no saque ni una flor. Simplemente, no vendrán las abejas.

Pero para la especie de esa planta, si cada plantita accede a crear ese "extra", y a recombinar su información con las demás plantitas... eso abre posibilidades. Es una puerta al cambio.

El Elemento Fuego es el transformador más veloz. El Viento puede romper, el Agua puede disolver, la Tierra puede desintegrar, el Metal puede separar. Pero el Fuego arde. 

Aquí se podría hablar, largo y tendido, de la díada Agua-Fuego, y de sus interrelaciones, que son muchas y muy paradójicas. Solo decir que en el Yijing, no es el Fuego quien da más miedo, sino el Agua. El Fuego se relaciona con la adherencia, con la volición, con la luz y el brillo. En especial, con la conexión hacia arriba, porque sus llamas suben; al contrario que el Agua, que siempre se arrellana en lo bajo. Fuego y Agua son contrarios... solo en apariencia.

Entonces, ¿qué hace la Inula, arreglarnos el Corazón? Pues, curiosamente, no. O no de forma directa. Xuan Fu Hua actúa en Pulmón, en Estómago. Calienta y derrite lo estancado: la tos con mocos claros del respiratorio, las regurgitaciones del digestivo. 

¿Aclara las inmediaciones del Corazón, de modo que éste pueda brillar, según su inclinación y su naturaleza? ¿De modo que la Sangre salga de él con toda la información necesaria, lista para regenerar el organismo y hacer los cambios que hagan falta, latido a latido?

El Fuego nos ilumina y activa.

El Fuego es el Dos y el Siete.

jueves, 2 de noviembre de 2023

Las herramientas del geómetra, aspectos prácticos

Espero que más y más personas se animen a dibujar. 

En realidad, no hace falta que lo espere. Porque cada vez conozco a más personas que cogen su compás, su regla y su lápiz, y se arremangan. 

Les salen hexágonos, triángulos, cuadrados, octógonos, dodecágonos. Después, les salen pentágonos y decágonos. Luego les salen heptágonos, eneágonos, endecágonos, aunque no salgan exactos. Y de ahí a las diez mil criaturas del Daodejing, es solo echarle un poco de tiempo y de ganas.

Aquí, una flor pentagonal que se le ocurrió investigar a mi hija:

Así las cosas, y para que se anime todavía más gente, ahí van algunos aspectos prácticos:

-cuando cojas el compás, usa un papel grande. Así te cabrán las circunferencias enteras. En los tutoriales de dibujo técnico, a veces se marcan solo pequeños arcos para encontrar mediatrices o bisectrices (partiendo por la mitad ángulos o líneas). Es mejor si se dibuja toda la circunferencia. De lo contrario, estamos perdiendo información.

-procura no borrar; al principio, no es necesario. Creo que las tres herramientas del geómetra no incluyen la goma de borrar por una buena razón. Te liarás con las líneas: es precisamente lo que tienes que hacer, porque así empezarás a distinguirlas más y más. Esto se contradice con lo siguiente que voy a escribir. 

-si no tienes compás y vas a hacerte con uno, compra uno que tenga el adaptador para usar bolígrafos o rotuladores. Te ahorrará trabajo más adelante, cuando quieras resaltar más unas líneas que otras. Cuando ya distingas las líneas, empezarás a querer usar la goma de borrar por una buena razón. Repasar con rotulador y borrar lo demás es una opción, sobre todo si planeas colorear.


-si quieres centrar tu dibujo: para buscar el centro de un papel rectangular, no hace falta andar midiendo. Coge una regla larga y dibuja las dos diagonales. Donde se crucen tienes el centro del papel.



-dibujar con lápiz, regla y compás hará que comprendas la forma. Pero colorearla (sea con lápiz, lápiz acuarelable, rotulador, témpera, pastel...) te empuja a integrarla más, porque te confronta con decisiones: ¿qué formas hay dentro de la forma que tienes delante? ¿Hasta dónde pintas? ¿Qué partes combinas, y qué partes separas? ¿Repasas las líneas en negro, en otros colores, y con qué grosor? Son decisiones que se toman a la vez que se comprende el dibujo. 

-a veces el dibujo se comprende mejor a sí mismo de lo que puedas tú saber, y te empuja a pintarlo de formas sorprendentes, o con colores que no pensabas que fueran a conjuntar. Incluso se introducen imprecisiones que luego cobran sentido. La geometría, en mi experiencia, casi se pinta sola. Déjate sorprender. Al final todo encaja.