Dice Michael S. Schneider que el Cinco y el Diez son números de vida. No son números de estructura (como el Tres, el Cuatro, el Seis, el Ocho o el Doce), ni números de misterio (como el Siete o el Nueve o el Once).
El Cinco y el Diez no embaldosan el plano, sino que se desplazan hacia la tercera dimensión, creando espirales que inundan el espacio.
En medicina china, el Cinco y el Diez corresponden al Elemento Tierra. Es un Elemento que no siempre estuvo al mismo nivel de los otros cuatro. Durante siglos, se consideró que estaba en el medio, sosteniendo a los demás, que eran periféricos.
De hecho, todos los otros Elementos remiten al Cinco, porque sus cifras asociadas están siempre separadas por un Cinco. El Agua es Uno y Seis, el Fuego es Dos y Siete, la Madera es Tres y Ocho, el Metal es Cuatro y Nueve. En todos ellos hay una diferencia de Cinco entre los dos números que los expresan.
El Cinco es central en la década, como es central en el cuadrado mágico de orden 3.
Geométricamente, si desea colocar los números del 1 al 9 en una cuadrícula de 3x3, de modo que cada columna, línea y diagonal sumen lo mismo (15), solo hay una forma de hacerlo: el Cinco debe estar en el medio.
En occidente, se le ha llamado “cuadrado mágico de Saturno”. Resulta que el antiguo diagrama chino de Luo Shu y dicho cuadrado son equivalentes. Contando las bolitas (las blancas son impares y Yang, las negras son pares y Yin) y cotejándolas con el cuadrado 3x3, se ve cómo son lo mismo, si bien uno es el reflejo en el espejo del otro.
La Tierra, como el Cinco en esa posición central, ayuda a cruzar: a cruzar los días entre estación y estación; a cruzar entre fuera y dentro, digiriendo, como hacen el Estómago y el Bazo. Nos asiste para que sigamos centrados; para que nuestros tejidos, nuestra carne, se queden donde deben, expandiéndose hasta donde les toca, pero sin desparramarse.
La Tierra está en el Centro, al igual que el Jiao Medio en el cuerpo. Así, mediando, puede transportar y transformar. Eso es lo que la Tierra, el Bazo y el Estómago, saben hacer.
Geométricamente, el pentágono y el decágono sí se pueden dibujar con un compás, una regla y un lápiz. Sin embargo, no es un proceso obvio, como el del triángulo, el cuadrado o el hexágono. El método para dibujar una figura de cinco lados, o una estrella de cinco puntas, fue un secreto durante muchos siglos.
El Cinco también está presente en la proporción áurea, una razón que aparece extensamente en la naturaleza.
Duplicar el número Cinco nos lleva al Diez. El Diez es un Uno llevado a sus últimas consecuencias. La Tierra es la manifestación última del Uno, de la Fuente. La Tierra es el único Elemento que, en principio, podría dominar al Agua. En realidad se trata más bien de una colaboración, porque caso de hundirse la Tierra, se vendrán abajo juntas, como el Bazo y el Riñón.
Hasta aquí estos apuntes que relacionan números y Elementos. Seguro que se pueden ampliar con otras muchas correspondencias.